El miércoles pasado, el programa de Televisión Española Comando Actualidad, en un espacio con el tema Hecho en casa, mostraba un veterinario esterilizando a una gata en la mesa del comedor de su casa sin las mínimas condiciones de esterilidad, asepsia, analgesia ni anestesia. Sólo ver al veterinario y se me cae el alma a los pies: va con ropa de calle sin mascarilla, guantes, bata quirúrgica ni gorro lo que es no sólo un riesgo de infección grave para el animal intervenido sino además una práctica de riesgo para el propio veterinario en el caso que el animal tuviera una enfermedad infecto-contagiosa.
Y ver la técnica de la operación no ayuda en absoluto: sobre una mesa de comedor (en la que después se les ve clasificando y comiendo unas setas), sin limpiar, rasurar ni desinfectar la zona a operar y sin un paño de campo que confiera una esterilidad mínima para prevenir infecciones. Para que os hagáis una idea esta debería ser la imagen de una esterilización u ovariohisterectomia (OHE)
Y esta es la imagen de la operación mostrada el miércoles pasado en el programa
Igualito, no?
Pero desgraciadamente la falta de higiene en el procedimiento no es la única negligencia observable. En el vídeo se puede ver como la OHE, un procedimiento de cirugía mayor en el que se abre el abdomen para extirpar ovarios y útero, se realiza sin anestesia ni analgesia, con la gata mostrando evidentes signos de dolor (mueve las patas, se retuerce y maúlla) y con la dueña sujetándola por las patas. Me recuerda a las películas del Oeste, en las que se emborrachaba y daba a morder un trozo de madera a los pacientes que iban a ser operados para que soportasen el dolor. Tampoco se ve monitorización ninguna del paciente (imprescindible para tratar cualquier tipo de complicación durante la operación) e incluso se llega a insinuar que, si no hay nadie más para ayudar, sus hijos menores son los que le ayudan con las intervenciones.
Aunque lo realmente increíble no es la mala praxis de un veterinario (salvajadas mayores se harán por ahí), sino que estas imágenes hayan pasado por el filtro de tanta gente: reportera, editor, jefe de contenidos... y para todos no sea más que una anécdota, el veterinario de pueblo que opera en la mesa de su casa y lleva los fármacos eutanásicos en jeringuillas en el cenicero del coche. Lamentable que en siglo XXI sigamos sin tener una mínima conciencia de bienestar animal y sobre todo lamentable que la imagen que se da en la televisión pública del importantísimo trabajo de los veterinarios como garantes del bienestar animal y de la salud pública sea esta.
Os dejo el enlace al vídeo por si os apetece verlo (ya son ganas); la parte del veterinario empieza en torno al minuto 35. Y un par de enlaces más: el comunicado que ha emitido al respecto la organización colegial veterinaria de España y una petición en Change.org pidiendo la retirada de las imágenes y una rectificación por parte de Televisión Española