Esta chica lo que hace es traducir las canciones y algunas escenas de Disney a latín y griego clásico y doblarlas ella misma. Y además tiene una bonita voz. La verdad es que a mi me emociona bastante ver gente tan apasionada con un tema y más con algo como el latín y el griego clásico lenguajes aparentemente inútiles. Tanto como para tomarse la molestia y el trabajazo de traducirlo y doblarlo. Me quito el sombrero.
Os dejo una de mis canciones favoritas: God help the Outcast (oración de Esmeralda en castellano) del jorobado de Notre Dame
Las cosas no valen por lo que son sino por lo que significan. Por sí mismo, este vídeo no es más que una versión de una canción, no mejor que la original. Por sí mismo, este vídeo no sería memorable, un puñado de jóvenes actores en una serie para adolescentes. Una americanada más.
Y sin embargo es mucho más que esa cubierta. Esta canción simboliza el espíritu de la serie. Esa serie que nos ha enseñado que no hay sueños demasiado grandes, que ser parte de algo especial te hace especial, que aquello que nos hace diferentes es lo que nos hace especiales. Y por eso Glee no es una serie más.
Gracias por darnos frases memorables, canciones increíbles, razones para soñar y para luchar por nuestros sueños, por hacernos cantar, bailar, saltar, reír y llorar. Por ser nuestra inspiración.
En definitiva: Thank you for everything glee
Hoy me he tropezado con este vídeo en la red. En él se les pregunta a las aspirantes a miss Estados Unidos si se debería enseñar en la escuela la teoría de la evolución. El vídeo que os dejo es una recopilación de las 15 peores respuestas. En Youtube está el vídeo con las respuestas de todas las misses, pero exceptuando a miss Vermont que demuestra un mínimo conocimiento de biología, las respuestas se resumen en esto:
Después de verlo lo primero que se me viene a la mente es una sugerencia: chicas, empezad a aprender sueco porque el siguiente Nobel es para vosotras, uno para cada una.
Sé que estáis abrumados por la capacidad de oratoria y su brillante argumentación (soy muy fan de Miss Louisiana). Pericles estaría tan orgulloso...
Pero vamos a bucear un poquito más en profundidad en sus palabras. Es curioso como todas utilizan la misma expresión: Yo creo (o no) en la evolución. Y el mismo argumento en caso de estar a favor: debería enseñarse para que los niños conozcan todas las posibilidades. Incluso sacan la religión a colación. Por ejemplo el argumento de Miss Minnesota que, si bien demuestra que los católicos no somos tan retrógrados como piensa la gente, le hace flaco favor a su imagen de mujer de pensamiento crítico e independiente.
Lo curioso es que si les preguntaran por la teoría de la relatividad, la teoría de la tectónica de placas, o la teoría de la gravedad (aparte de quedarse con cara de poker) jamás dirían "yo no creo en la teoría de la tectónica de placas". Ni ellas ni nadie. Y es que en la ciencia no se cree. No es un sistema de valores, no es una religión. Es ciencia, ni más ni menos.
De todas formas pienso que el problema viene por el uso de la palabra teoría. La gente escucha la palabra teoría y piensa en esto:
Y el gran fallo es el desconocimiento del método científico. Cuando en ciencia se
intenta explicar un hecho de la realidad se empieza planteando una hipótesis; es decir una explicación que tu das a ese fenómeno. Supongamos que yo quiero saber la razón de porqué la ropa viene en colores claros en verano y en colores oscuros en invierno. Entonces planteo mi hipótesis inicial: La ropa de color oscuro da más calor que la ropa de color claro. Una vez tenemos la hipótesis se plantea un experimento para validar o invalidar la hipótesis; para ello coloco una cartulina de color blanco y una cartulina de color negro al sol y las dejo unas horas. Pasado ese tiempo compruebo que la cartulina de color negro está más caliente que la cartulina de color blanco. Entonces puedo dar mi hipótesis por válida pasando a ser una teoría: la teoría de la ropa de verano (por ejemplo). Y la razón por la que se llama teoría es porque puede ser reexaminada en caso de aparecer inconsistencias o modificada si apareciesen nuevas pruebas que la invalidasen. (Más info sobre el método científico aquí)
Así la teoría de la evolución ha ido perfeccionándose desde la primera hipótesis de Lamarck hasta la actual síntesis evolutiva moderna considerada la piedra angular de la biología moderna que está tan profundamente aceptada en la comunidad científica que se ha dejado de buscar pruebas que la validen.
De todas supongamos que la teoría de la evolución tuviese limitaciones. Las alternativas a enseñar son de risa. Yo soy muy fan del diseño inteligente. Esta "cosa" (me niego a llamarla ni siquiera hipótesis) dice, grosso modo, que Dios no sólo creo todas las criaturas que pueblan la tierra sino que además las diseñó para que encajasen en la teoría de la evolución y creó y colocó también las pruebas tangibles que sustentan la teoría de la evolución. Y se quedaron tan anchos.
Y que digo yo... ¿No tiene Dios cosas más importantes que hacer?
Además que la idea de enseñar ambos conceptos a la vez para que los niños escojan es ridícula. Sería como enseñar la teoría geocéntrica de Ptolomeo y la heliocéntrica de Copérnico juntas y decirle a los críos: "y ahora podéis elegir, los que crean el sol gira alrededor de la tierra sois geocentristas y los que crean que la Tierra gira alrededor del Sol sois heliocentristas". De sketch de José Mota.
Y eso es exactamente lo que debieron de pensar los creadores/as de este vídeo. Disfrutadlo.
¿No os ha pasado nunca? Estáis escuchando una canción y os dais cuenta de que la melodía, o los acordes os suenan. A mi un montón de veces. Y entonces es cuando me planteo si será coincidencia, tributo, influencia o plagio.
Un buen ejemplo son estas dos canciones que os traigo: Black or white de Michael Jackson y Diary of a smoker de The monomes. Por poneros en situación: Black or white de Michael Jackson salió en 1991 mientras que Diary of a smoker fue lanzado en 2007. Aquí lo teneis, escuchad y juzgad por vosotros mismos.
Bacchus Time has stopped. . . . . . I was in my golden, cheetah-pulled chariot; dancing, enjoying the life and the craziness that gives me the wine running through my veins. Then, suddenly, at the soft sound of footsteps and a quiet gasp, everything has gone silent and still. I’m barely aware of the tumultuous riot that comes behind me; fading memories of a bunch of drunken people, jars of wine, music, laughter, satires and slaughtered animals. Even the image of my adoptive father sleepy on his donkey is indistinguishable from the blur of faces and noises that has become my cortege.
But nothing matters. In front of me I have the most beautiful woman that I’ve ever seen in my life. She is frightened; scared of the scene that has unfolded in front of her eyes. But there is something more than fear in her eyes, vibrant as the sky above us. There is deep sorrow in the deep sea of her eyes, and salted tears have carved bright silver paths in her cheekbones.
Also her clothes, soft linen red and blue tunics, are messily scattered on her body as if she had to put them on quickly, on a hurry. Her silken shawl is on the ground, next to the vase she must have dropped.
I don´t know who she is, I don’t even know who I am; but, if the pain in my chest caused undoubtedly by one of cupid’s arrows is any indication, I know there’s no way I’m going to let her go.
Ariadne Everything has changed. . . . . . I was looking at the horizon where Theseus’ ships were going away without me. I had been left in the island of Naxos, on my own. I was so mesmerized in my own pain and humiliation that I didn’t hear them come.
Their apparition was like a thunder. My eyes went first to the origin of the disturbance. I had never seen a bacchanal before but I recognized it as soon as I saw the riot. A small satire was dragging a goat’s head while another man was waving one of the legs; two nymphs were playing instruments and singing, there was a passed-out man on top of a donkey and other people, probably slaves, were carrying big amphorae of wine. All of them seemed to be pretty drunk and my first instinct was to turn over and flee.
Then I saw him; the leader of this madness. Glorious as a God should be, in his golden chariot pulled by cheetah. I can’t keep my eyes from him. And it seems that he can’t pull his from me either. He must have sensed my fear because he’s jumping from his chariot quietly asking me to wait, concern painted in his handsome face, clouding his divine golden eyes.
Suddenly all the noise that had startled me before has gone quiet. I don’t ever hear the barks of Argos, my loyal dog, who has jumped to defend me from the riot that had appeared all of a sudden.
Don’t go! I can clearly read this in his eyes. He’s quiet but all his body is telling me this. Don’t go! Afraid that all the noise and commotion that I’m seeing would make me flee. Don’t go, his eyes are begging. How could I go? If I went now my heart would forever be in Naxos, the place where my life has changed for good.