jueves, 2 de julio de 2015

La dialéctica del garrotazo


Y tú más. Si hiciésemos un ranking con los argumentos más utilizados en cualquier discusión, este sería, sin ningún asomo de dudas, el argumento estrella. Y da igual el contexto, políticos, tertulianos, periodistas, incluso discusiones entre hermanos. Y tú más como argumento universal para ganar cualquier confrontación dialéctica. Pericles estaría tan orgulloso…

El y tu más es un ejemplo perfecto de falacia ad hominem: en lugar de rebatir tu argumento con mis propios argumentos válidos voy a pasar a atacarte personalmente. Resulta increíble lo extendido que está el uso de las falacias para fortalecer las tesis propias y desprestigiar las contrarias. Debería ser inadmisible que toda la capacidad dialéctica que tiene una persona sea apoyarse en falsos argumentos (por muy bien que estén disfrazados) y no ser capaz de argumentar con solvencia.

Pero claro, ¿cuánta gente sabe lo que es una falacia? ¿Cuánta gente sería capaz de encontrar las trampas argumentativas que colocan los expertos del engaño, de la tergiversación? Poca sin duda. Las falacias no se estudiaban más que 10 minutos en filosofía y ni siquiera sé si se siguen estudiando en la actualidad.

¿Qué más da que seas un científico brillante o un médico espectacular si cuanto tienes que rebatir a la persona de enfrente si tu discurso se reduce a la dialéctica del garrotazo?

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